Esperando al plomero.... obvio no llegó, trabajadores operarios en nuestro México y en Loreto llevan por signo la informalidad.
Ante la frustración volví la casa en un espejito.
Ahora me encuentro al son y vaivenes de Nandayapa, Villafontana, Bribiesca y otros tesoros. Todos ayudan a los flashback y los rencuentros de tiernas infancias, momentos de viva alegría. Cómo no recordar un sábado regresando de las Haditas en las Lomas, pasar por el Minimax, volver a Cerrada de Tecamachalco ver a los padres compartir una cerveza negra, buscar "las siete diferencias" y que esta sgarada familia se sentara a la mesa a deleitar un buen spaghetti bolognesa, un bisteck con lechuga, calabacitas con orégano y un Linz de nuez? A continuación la carrera para ir a Prado Norte y dejar a los hermanos en su reunión de Scouts? Uniformes planchados, pañoleta enredad, radiante el hueso que sujeta la pañoleta y las borlas amarillas en las medias.
Al caer la noche ir a Polanco, sentarse en una larga mesa con rígidos lugares asignados....
Sábados distantes en tiempo y espacio, pero cercanos totalmente, enclavados en el corazón, en el recuerdo formando parte de todo mi ser.
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